
La seguridad contra incendios no depende únicamente de tener extintores instalados: también es fundamental considerar las condiciones ambientales en las que se encuentran. Uno de los factores más críticos, y a menudo ignorado, es la temperatura.
En este artículo abordamos cómo las variaciones térmicas pueden afectar el rendimiento, la presión interna y la eficacia real de un extintor, con base en lo que establece la normativa vigente en Chile y nuestra experiencia en terreno.
Todos los extintores que funcionan con presurización interna (PQS, CO₂, agua presurizada, espuma, etc.) están diseñados para operar dentro de un rango específico de temperatura. Cuando la temperatura ambiental se eleva o disminuye más allá de los límites recomendados, se altera la presión interna del equipo.
Temperaturas elevadas: aumentan la presión dentro del cilindro, lo que puede llevar al escape prematuro del agente o incluso generar riesgos de explosión si el equipo está dañado o vencido.
Temperaturas muy bajas: disminuyen la presión, haciendo que el extintor no descargue con la fuerza necesaria o directamente no funcione.
Esto es especialmente crítico en plantas industriales, bodegas o faenas al aire libre, donde las condiciones térmicas pueden ser extremas.
No todos los agentes reaccionan igual ante la temperatura:
CO₂: al estar en estado líquido-gaseoso, su presión interna varía notablemente con el calor. Además, el gas puede expandirse rápidamente al descargarse en ambientes cálidos, reduciendo su efectividad.
Agentes acuosos o de espuma: pueden congelarse si se exponen a temperaturas bajo cero, inutilizando el equipo.
Polvo químico seco (PQS): más resistente a cambios de temperatura, pero puede aglutinarse o compactarse si se almacena por mucho tiempo en zonas de alta humedad y calor.
Según la NCh2056, todos los extintores deben instalarse y mantenerse en condiciones que aseguren su correcto funcionamiento. Esto implica considerar la temperatura como una variable clave en la revisión y ubicación de los equipos.
Además, la DS44 del MINECON exige que los extintores estén en condiciones óptimas de operación en todo momento. Un extintor que no funcione por estar sometido a temperaturas inadecuadas no cumple la norma, incluso si su mantención técnica está vigente.
En Surt, recomendamos lo siguiente:
Realizar revisión mensual considerando el entorno térmico del equipo.
Evitar exposición directa al sol o fuentes de calor en interiores.
No instalar extintores en zonas de baja temperatura sin protección o aislación.
Elegir equipos con características adecuadas al entorno (por ejemplo, CO₂ para oficinas, PQS para espacios abiertos, etc.).
Verificar periódicamente que los manómetros (cuando existen) estén en zona verde.
La temperatura puede marcar la diferencia entre un extintor que funciona y uno que falla en el momento más crítico. Por eso, el control ambiental debe formar parte del plan de prevención de cualquier empresa.
En Surt ayudamos a identificar estos riesgos, realizar las revisiones correspondientes y ofrecer soluciones normativas para cada entorno.