Un extintor puede parecer en buenas condiciones a simple vista, pero si ha sido adulterado o intervenido sin respetar la normativa, no solo podría fallar en una emergencia: también podría poner en riesgo legal y económico a tu empresa.
En este artículo te explicamos cómo detectar las señales de un extintor intervenido, qué dice la normativa chilena al respecto y cómo proteger tu operación manteniendo equipos certificados y trazables.
Un extintor adulterado o intervenido ilegalmente es aquel que ha sido modificado, recertificado o reparado fuera de los procedimientos establecidos por la normativa vigente. Algunas prácticas comunes incluyen:
Cambio del agente extintor (por ejemplo, pasar de polvo químico seco a agua o espuma) sin reemplazar el equipo completo.
Pintado o masilla superficial para ocultar daños, corrosión o información borrada.
Colocación de etiquetas falsas o sin norma NCh que indiquen una mantención inexistente.
Instalación de sellos o argollas no válidas (anchas) para simular mantención.
Eliminación o alteración de la información grabada en la carcasa, como fecha de fabricación.
Un extintor adulterado no solo puede fallar en el momento más crítico. También representa un riesgo normativo y legal:
Incumplimiento normativo: según la NCh2056:2019, artículo 4.4.8, no se permite modificar el tipo de agente extintor de un equipo. El DS44 y la NCh1433 exigen trazabilidad clara, sello inviolable y etiquetas legibles.
Invalidez ante fiscalizaciones: la SEREMI pueden cursar multas o detener operaciones si detectan equipos no conformes.
Pérdida de cobertura de seguros: en caso de incendio, las aseguradoras pueden desconocer la póliza si se determina que los extintores estaban intervenidos o no certificados.
Responsabilidad penal y civil: si ocurre un siniestro con consecuencias humanas o materiales, el uso de equipos adulterados puede constituir negligencia grave.
A continuación, te presentamos un checklist básico para detectar un extintor que podría haber sido adulterado:
¿El equipo tiene etiqueta de servicio legible, con fecha reciente y datos de la empresa certificadora?
¿El sello de seguridad está intacto y con argolla delgada o apropiada?
¿La carcasa presenta pintura reciente que parece tapar información o daños?
¿Falta la marca de golpe o está ilegible?
¿Hay contradicción entre el tipo de agente indicado y el modelo del equipo?
¿El manómetro parece manipulado, fuera de rango o con adhesivos sospechosos?
Si la respuesta es afirmativa a una o más de estas preguntas, es recomendable retirar el equipo de uso inmediato y solicitar revisión técnica con un proveedor certificado.
Retira el equipo del área operativa.
Evita realizar nuevas intervenciones caseras o sin registro.
Contacta a una empresa certificada bajo la norma NCh2056 para evaluación y eventual reemplazo.
Documenta el hallazgo, especialmente si estás en una faena regulada o área de alto riesgo.
Capacita a tu equipo en cómo identificar estos riesgos y notificar a tiempo.
En Surt, nos tomamos en serio la trazabilidad y legalidad de cada equipo. Nuestro servicio incluye:
Revisión técnica completa y emisión de informes por equipo.
Reposición inmediata de equipos no conformes.
Etiquetas con norma chilena, sellos inviolables y respaldo documental.
Acompañamiento en auditorías o fiscalizaciones.
Capacitación a los responsables internos sobre detección de irregularidades.
La prevención parte por contar con equipos que realmente funcionen cuando se necesitan. Un extintor adulterado no solo es un riesgo técnico: es una puerta abierta a multas, fallos operativos y tragedias evitables.
Detectarlos a tiempo y actuar en consecuencia es responsabilidad de todos. Y en Surt, estamos para ayudarte a hacerlo bien.